Lección 18: Do What I Say, Don’t Do What I Did

Que trata de la brecha generacional.


La lección que veremos hoy es sobre los jóvenes revolucionarios de la llamada generación de los Baby Boomers de los años sesenta. Os traigo un ejercicio breve de comprensión auditiva. Para acostumbrar el oído al inglés hay que escucharlo con frecuencia. A continuación encontrarás un texto en inglés acompañado con la traducción al español.

Los años sesenta 🙂

Escucha el siguiente texto y luego léelo en voz alta:

Do what I say, don’t do what I did

The young people of the 60s generation lived a time of change. Doing all the forbidden, prohibited things signified rejecting the values of their elders. That is why they experimented with drugs and preached free love. Nevertheless, these young people, now adults, have become the strictest parents. Not only do they forbid their children from trying drugs, but they also do not allow them to smoke tobacco. Although they enjoyed sexual freedom, now they prefer that their children practice abstinence until marriage. These parents also do not like their kids to go out frequently or come home very late at night. This very protective attitude is due to the fact that they do not believe that the 90s can be compared to the 60s. They doubt that today’s world is as safe a place as the world they knew. These parents fear that proliferation of hard drugs and the AIDS epidemic will affect their children. That’s why they think that it is necessary for their children to take precautions and be extremely careful.

La traducción en caso de que la necesites:

Haz lo que digo, no hagas lo que hice

Los jóvenes de la generación de los años sesenta vivieron un tiempo de cambio. El hacer todo lo prohibido significaba rechazar los valores de sus mayores. Es por ello que experimentaron con drogas y predicaron el amor libre. Sin embargo, estos jóvenes, ahora adultos, se han convertido en los padres más estrictos. No sólo prohíben que sus hijos prueben las drogas, sino que tampoco les permiten que fumen tabaco. Aunque ellos disfrutaron de libertad sexual, ahora prefieren que sus hijos practiquen la abstinencia hasta el matrimonio. A estos padres tampoco les gusta que sus hijos salgan frecuentemente o que vuelvan muy tarde por las noches. Esta actitud tan protectora se debe a que ellos no creen que los años noventa puedan compararse con los sesenta. Ellos dudan que el mundo de hoy en día sea un lugar tan seguro como el que ellos conocieron. Estos padres temen que la proliferación de drogas duras y la epidemia del SIDA afecten a sus hijos. Por eso piensan que es necesario que sus hijos tomen muchas precauciones y que tengan el máximo cuidado.

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